ESCRITORES Y ARTISTAS ASOCIADOS

Destilaste de tu carne cansada, mutilada
el infinito néctar con el que se hace la vida
y tomaste uno a uno
los clavos que encontraste en el camino
y los clavaste a tu cuerpo, para colgar recuerdos
para que cuando la muerte llegara pudiera
colgar su piel en uno de ellos
para saber por que se había tardado tanto
para saber por que la vida
tan corta, tan efímera, tan fugaz
es tan dolorosa, tan triste, tan dolorosa

Tejiste con tu pincel las grietas que te poblaban
Y en cada una de ellas anidaste un silencio
Un secreto que se hizo carne
Carne que cantó su amargura de no volar de no ser ave
Y atrapaste allí tu alma, en este inútil cuerpo
Y las manos se te volaban sobre el lienzo
Para asesinar tu pena de otras manos ausentes
flechas lanzadas por un oscuro cazador nocturno
A una mujer que es venado y
que es mujer por que sabe de su llanto
por que ha llovido sobre tu rostro cansado
por que te has limpiado las lágrimas con esas manos
que no son aves pero que vuelan sobre el lienzo
lienzo que no es alma pero que es su piel
piel que guarda las cicatrices de las caídas
los moretones de los golpes-
las heridas abiertas como homenajes
al más sangriento de los sacrificios
al más noble de los sentimientos
al amor que no es ave pero que vuela
que no es agua pero purifica
que no es dios pero redime y eterniza.

NO ES EL FILO LO QUE TEMEMOS DEL PUÑAL

No es el filo lo que tememos del puñal
Ni su fuerza, el golpe certero
Que derribe y haga afluir continentes
De sangre en bestial dolor

Es la mano que lo sujeta
La que nos perturba el pensamiento
La mano hermana, la mano amiga,
La mano dios.

Y el reloj continúa con su eterno
Tic – tac – tic – tac
Y yo desconfío de la mano
Que nace de la sombra de mi mano
Y se extiende hacia mí.

DE LAS PALABRAS

Si pudiéramos desnudar la palabra
despojarla de todo sentido
atravesarle un sable
para verla sangrar
despellejarla para verle el alma
descubrirle el ombligo
su centro su norte
sus zonas eróticas
amarla como se ama el fuego
arrojarla al río
como si fuese una promesa
llorarla para verla
convertida en lágrima
y luego usarla como collar
de falsas perlas

Si pudiésemos corromperla
venderla en las esquinas
como droga prohibida
robársela al vecino
para guardarla en un cajón
y extraviarla en el último trasteo
olvidar su nombre
hacer una fogata con su cuerpo
contarnos historias
y desnudos abrazarnos
temiendo su sombra.

BOSQUES HÚMEDOS

A Onix...

“Y mirá que apenas nos conocíamos
y ya la vida urdía lo necesario
para desencontrarnos minuciosamente.”

Rayuela de Julio Cortázar.

Tendidos bajo la implacable noche
Dos cuerpos, siempre jóvenes
Se aman.
Dos leños abrazados
Por el mismo fuego que los consume
Y arranca de sus cuerpos
Un aroma
Que perfuma el aire
De los bosques húmedos
Incendios del silencio
Con voces que nacen de un mismo aliento
Corazones que palpitan bajo la misma sangre
Un corazón que marcha al compás de otro corazón
olvidando la inútil tarea de bombear sangre
Corazón naufrago olvidando los mares del tiempo
Corazón que es más que un corazón
Corazón bajo tu pecho que es nido
Lugar donde mi pequeña mano
ave herida en su vuelo
encuentra refugio del mundo.

Y mi boca
Que recorre poro a poro
Tu vasto universo desnudo
Boca que desea tu boca
Para apegarse a ella en una dulce
Batalla de mariposas guerreras
Bajo el agua
Y es un ir y venir de sabores
Tu aliento sosteniendo un dulce dialogo con el mío.

Derrepente mi cuerpo se estremece
Por que siento que la vida se me escapa
Y es en ese instante cuando me aferro
A tu cintura como un niño
Y tus piernas son dos columnas
Por donde me asomo y me sostengo
Mientras una lluvia de vida te invade
un caer de estrellas en la noche oscura
Gemas esparcidas en tu jardín
Territorio donde la muerte no habita.

Y me desvanezco entre tus brazos
Que me anudan a tu cuerpo húmedo
Y entonces no ha sido en vano vivir
Maravilloso instante
Donde hemos vencido a la muerte
Fuente de toda mi fuerza
Y de toda mi ilusión
Puente construido entre dos cuerpos desnudos
Ave que sobrevuela el paraíso y se quema en su vuelo.

REQUIÉM

A Eduardo Ramírez Villamizar
y Jorge Gaitán Durán

Si tan sólo fueras óleo
si tu imagen
como ráfagas de dolor
sobre estas manos
si tus formas
indelebles al vacío
cargadas de tanto silencio
si nacieras
en cada hoja de árbol
si desojarás la flor
que tejiste para Marta Traba
y danzaras sobre sus pétalos
con máscaras de fuego
si le cortaras las alas
a los pájaros
para que fueran caracoles
si la nostalgia
abandonara por un instante
los mares insondables
de la voz curvilínea
del poeta
que venció a la muerte
y se posara sobre este papel
si tan solo fueras óleo
para pintar este poema
de algún color.

ANGELES CAIDOS

Día a día
Los niños
Afilan sus dientes
Y sus uñas
Venden chicles
En la calle
Embolan zapatos
En las oficinas
Y por las noches
Ofrecen
Sus minúsculos cuerpos
En las esquinas
Ya no temen
A lobos
Ni a brujas
Pues los han devorado
Entre cartones
Y sueños.

EL ESCONDITE

Cansados de ocultarse
en una caja oscura
y sin que nadie
los encuentre
se levantarán
los cuerpos
de los niños
asesinados
y sonriendo
dirán a los adultos...

Ahora nosotros
contamos
y ustedes
se esconden.

MANO CREADORA

Mi mano apagada
Cual consumido leño bajo la lluvia
Alejada de ti por espesos
Continentes de olvido
Acaricia el atardecer de la vida
Escribe insulsos poemas
Retiene a la muerte
En sus gestos y caricias
Y por las noches sueña con ser un ave
Liberada de este torpe cuerpo
Y corre tras tus huesos y la contemplo
Aquí, junto a mí, escribiendo inútiles poemas
Soñando ser libre.

NOCHE ESTRELLADA

Si cada hombre asesinado
Fuera a ser estrella
Después de la muerte
No habría suficiente noche
Ni suficiente cielo
Para cobijar a mi país.